Para el individual: El único rayo
Dentro de todo, Luis Advíncula es el único que se atreve a hacer cosas distintas en el cuadro celeste. Y si bien en la realidad actual de los bajopontinos eso no implica mucho esfuerzo, lo que hace ‘Usain Bolt’ es gigante comparado con el trabajo de la mayoría de sus compañeros. Encarar, arriesgar y gambetear son palabras que suenan ajenas a varios de los dirigidos por Juan Reynoso y Advíncula se encarga de ponerlas en marcha. Su contraparte fue Rodolfo Espinoza que parece tener prohibido llegar hasta los últimos 30 metros con pelota dominada. Antes de cruzar esa línea invisible, hay que tirar un pelotazo a cualquier lado. En Vallejo, para rescatar el empuje de Sidney Faiffer y poco más. El cuadro poeta deriva entre la indiferencia y la ineficacia para encarar los partidos y eso se traduce en sus recientes resultados.
Para el táctico: Dos líneas más al tigre
Juan Reynoso propuso un sistema que viene en boga alrededor del globo: un 4-1-4-1. Le dejó a José Shoro la responsabilidad de comandar el ataque como único punta y atrás suyo puso bastantes corredores sin pausa alguna: Junior Ross, Espinoza, Yotún y Advíncula se pararon en la línea detrás del ‘9’ con la misión de alimentarlo -de balones, nomás-. Alejandro Frezzotti, haciendo de volante ancla, no ofreció el dinamismo necesario y Cristal era un enredo con intenciones de ganar. Vallejo se paró con un 4-cuadrado-2 que pudo ser una línea en la media cancha debido a lo mucho que retrocedieron sus jugadores con la ventaja en el bolsillo. El ataque comandado por Víctor Rossel y Gárate nunca recibió las garantías de Victor Cedrón y Jorge Cazulo por lo que prácticamente no existió.
dechalaca.com
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