Jorge Cazulo y Mario Leguizamón, que con sus goles le dieron el triunfo a Vallejo ante Huancayo, no se conocen desde ahora. Su historia de amistad nació en Peñarol cuando ambos, a los 15 años, se cruzaron en las inferiores de ese grande uruguayo. Pronto el fútbol les dividió el camino; pero otra vez los volvió a juntar en Trujillo, defendiendo al ‘Poeta’.
“Nos conocimos cuando yo llegué a Montevideo. Mario ya estaba ahí en Peñarol. Compartimos las inferiores y siempre hubo buenas relaciones. Incluso cuando él estaba en Chimbote (jugando por Gálvez) nos veíamos porque estábamos cerca. Gracias a Dios podemos disfrutar de estar otra vez juntos y la verdad que estamos muy contentos”, cuenta el ‘Piqui’.
Los dos, junto a Carlos De Castro, son los tres ‘charrúas’ que ponen la garra uruguaya en Vallejo. Ayer Depor estuvo con ‘Piqui’ y ‘Legui’ quienes en su día de descanso siempre se juntan acompañados de sus novias. Leguizamón incluso se divirtió con su hijo Guzmán.
Hablar de Uruguay es hablar de la garra charrúa. “Desde chiquitos hemos crecido escuchando historias de grandes hazañas de futbolistas uruguayos, que uno con la camiseta de Uruguay nunca se siente inferior a nadie. Eso es lo que nos identifica a nivel mundial. (…) Tenemos un orgullo de ser como somos y sentir como sentimos”, dice ‘Piqui’.
Y para Leguizamón es el darlo todo en la cancha. “Nunca darse por vencido hasta el final (…) El nunca perder hasta el final es el secreto”, señala para luego comentar que este año la quiere ‘romper’ en Trujillo. “Mis objetivos son los objetivos del grupo. No queremos estar en media tabla, sino pelear arriba y tratar de entrar a una Copa. El grupo está trabajando bien”.
Luego de pasar un día diferente, los dos volantes y ‘patas’ del fútbol le dan vuelta a la página. Es momento de pensar en el partido de vuelta en Huancayo. Cazulo se lo perderá por acumulación de amarillas, Leguizamón no. Igual los dos siempre se alientan entre sí. Son charrúas, son garra.
Depor
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