Para el individual: Ampay no me salvo
En este partido, a pesar de ciertas ausencias, se esperaba la aparición de más de un jugador que entregara un salto de calidad a su equipo. Sin embargo, esta noche, todos ellos jugaron a las escondidas y ninguno se escapó de la intrascendencia. Se fue Noronha del CNI, pero quedan Barrena, Salazar o ‘Pinza’ Hernández para sacar la cara -en ataque- por el cuadro charapa. La UCV no pudo contar con Mario Leguizamón, pero le quedaban Faiffer, Cazulo, Rossel y Demus -para hacerle daño a la visita- y ninguno hizo la diferencia. Con actuaciones tan pobres en lo individual, tuvo que aparecer un sustituto (Jhonny Olórtegui) para darle al menos una emoción al cotejo.
Para el táctico: No se hace una tortilla sin huevos
Se decía en el párrafo anterior que las individualidades en ofensiva no aparecieron, así que las defensas se la pasaron de lo más tranquilas. De poco sirve que Marcial Salazar haya dispuesto un 4-3-2-1 o que Víctor Rivera haya optado por el cuadrado en el medio: cualesquiera hayan sido sus estrategias, con intérpretes tan desentonados ni balada ni reggeatón se puede hacer. ¿Qué faltó? Vaya usted a saber, pudo ser desconcentración o mala suerte, quizás. Los partidos salen mal a veces; qué pena que haya sido justo el que arrancaba la segunda rueda del campeonato.
Para el emotivo: Vayan pues
La emoción estuvo ausente en la cancha, pero también en las gradas. Se pudo saber a través de las señal de radio que captó DeChalaca.com que el Max Augustin no estuvo lleno ni a la mitad. Si se ha esperado semanas para el reinicio del torneo, ¿no quedaba mejor un lleno de bandera, hablando de fiestas patrias? Así de frío el clima, por más que se haya jugado en Iquitos, no hubo más que el gol marcado por Olórtegui en el 76’. Parece que los charapas estuvieron cansados tras las celebraciones por el aniversario del Perú y les dio flojera ir a alentar a su equipo al estadio.
Para el estadístico: Le sacamos jugo a las piedras
Qué difícil tarea, parece que esta vez no se podrá. De hecho este partido estuvo tan poco jugoso que ni siquiera trajo la emoción negativa de alguna patadita por ahí. Los 22 que estuvieron en el campo no se encendieron nunca, por lo que Héctor Rojas apenas tuvo que sacar tres tarjetas amarillas y una de ellas por hacer tiempo (a Barrena en el momento en que lo cambiaron). El partido fue tan sano que mató del aburrimiento.
Para el anecdótico: Ni la tele fue
Cómo habrá estado de abandonado este partido que ni las cámaras de televisión fueron. Ni porque se trataba del partido que reabría el Descentralizado, este se transmitió en vivo como suele hacerse desde Iquitos. ¿Habrá sido por las fiestas patrias que se dieron esa licencia? En fin, cualquiera haya sido el motivo no se pudo más que seguir el choque vía Radio Arpegio. Una limitante gratis porque se habría podido ¿disfrutar? de este partido por la acostumbrada señal de cable.
dechalaca.com
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