viernes, 23 de diciembre de 2011

DECHALACA.COM ANALIZA LA CAMPAÑA DE VALLEJO 2011


El análisis

A diferencia de 2010, la directiva trujillana optó por reducir el presupuesto en un 50% y apostar por los jóvenes que habían ganado el Torneo de Promoción y Reservas. Así, la institución estudiantil conformó un plantel que combinó la experiencia con la juventud y emprendió el proyecto con la seriedad que la caracteriza. Para ello confió como conductor en Víctor Rivera, quien deseaba retomar el camino al éxito que había perdido en La Florida un año antes. Durante la primera rueda, los resultados no fueron negativos: los poetas se ubicaron por encima de la mitad de la tabla y tuvieron posibilidades de acceder a un certamen internacional. Parecía que todo caminaba bien, sin embargo, la segunda rueda fue la otra cara de la moneda en materia deportiva: las fechas transcurrieron y los norteños entraron en una racha negativa prolongada, lo cual los catapultó hasta las últimas posiciones. El nerviosismo se apoderó de los estudiantiles y eso se evidenció en las polémicas declaraciones de César Acuña, quien anunció su intención de abandonar el apoyo al cuadro poeta. Más allá de las palabras, el equipo logró recuperarse en las últimas fechas y mantuvo la categoría de forma agónica, aunque el grueso de jugadores era consciente de que no iba a continuar en la siguiente temporada.

Al medio local le hace bien la presencia de instituciones serias como Vallejo, pero lamentablemente las circunstancias externas pueden traer abajo una intención positiva. El vomitivo tema de los puntes en mesa -quiérase o no- perjudicó a Vallejo, que no tenía que complicarse en demasía con el descenso si es que no se le otorgaban unidades a sus más cercanos perseguidores. Cabe señalar que todo proyecto es arriesgado: por ejemplo, a Bolognesi le funcionó durante muchos años, aunque en 2009 no pudo evitar el descenso. En todo caso fue un riesgo que asumió la entidad estudiantil y que no le resultó. Es un hecho que la política cambiará en el ámbito deportivo, por lo puede que invierta más en la conformación del plantel de modo que no pase apuros como este año. Por el bienestar del medio sería importante que los poetas no pierdan el protagonismo que tuvieron en 2010 y, sobre todo, que los directivos no se desmotiven con facilidad, sino más bien que refuercen el apoyo y tienten la posibilidad de alzar el título nacional. Que miren a su lado y vean que el trabajo a largo plazo tiene sus frutos: basta con recordar al actual campeón del Descentralizado. Por último, no debería descuidar a sus divisiones menores, pues si bien no han tenido resultados visibles esta temporada, no se puede descartar que algún juvenil llegue a crecer y ser útil para el primer equipo. Precisamente el largo plazo permite sentir satisfacción por una labor bien hecha. Las dos experiencias en la Copa Sudamericana deben servir como base para un objetivo mayor y no dar un paso atrás. Por el momento, la continuidad de Víctor Rivera es positiva.


Línea x línea

- Arco: Daniel Ferreyra llegó a Trujillo como la contratación más importante, pues sus estupendas actuaciones con la divisa de José Gálvez lo convirtió en el mejor arquero de la temporada 2010. Los poetas le ganaron la disputa a Universitario y contaron con los servicios del meta argentino solo durante la primera rueda, puesto que se lesionó de gravedad y quedó al margen durante la segunda rueda del certamen, coincidentemente, la etapa más crítica de los estudiantiles. Por ello, la titularidad recayó en Éder Hermoza, quien había acumulado cierta experiencia en sus dos periplos anteriores: Sport Áncash en 2009 y Total Chalaco en 2010. El 'Gato' fue muy irregular: tuvo actuaciones fatales y otras para el aplauso, no obstante, cumplió con sustituir a Ferreyra lo mejor posible.

- Defensa: La línea de cuatro fue bastante utilizada, aunque pocas veces mostró solidez a pesar de que muchos de sus integrantes tenían experiencia, como por ejemplo Manuel Ugaz, quien fue el habitual dueño del flanco derecho. A diferencia de otros años, Tenchy no sobresalió con claridad y no fue tan determinante en ofensiva. Los hombres de la zaga fueron, en la mayoría de partidos, Atilio Muente y Carlos De Castro. La dupla lució compenetrada, pero jamás dio la sensación de tener jerarquía. Muchas veces el charrúa ofreció inseguridad y no mostró regularidad. En el sector izquierdo, Jeickson Reyes recibió la confianza del 'Chino' Rivera y fue cumplidor, nada más que eso. En general, la línea defensiva poeta no fue fuerte, pero tampoco débil.

- Volante: Víctor Rivera optó por el cuadrado para mantener el equilibrio en su equipo. En la primera línea, Juan Nakaya se encargó de cumplir con creces su labor de marca y destrucción del juego rival: su trabajo es silencioso, pero digno de admirar. Por lo general tuvo como compañero en la contención a Sidney Faiffer, a quien no le costó adaptarse al puesto, ya que tenía más panorama para distribuir el balón y no se desgastaba demasiado en correr por la banda. Unos metros más adelante estuvieron los uruguayos Mario Leguizamón y Jorge Cazulo; este último, el mejor jugador del elenco trujillano para muchos. El 'Piqui' tuvo más movilidad y se dio maña para trascender en los últimos metros. Por su parte, Leguizamón fue regular y aportó con goles importantes.

- Delantera: Después de un fallido traspaso al fútbol mexicano, Víctor Rossel recaló en tienda trujillana para ratificar la condición de goleador que mostró en Sport Boys. Siempre tuvo la confianza de Rivera, aunque no supo retribuírsela y perjudicó en más de una ocasión a los poetas cuando le mostraban tarjetas amarillas. El caracter traicionó a 'Pituquito', quien generalmente fue acompañado por el experimentado Roberto Demus. El atacante argentino cumplió con su tarea goleadora, a pesar de no ser habilitado con frecuencia como en otros años. Quizá fue esta línea en la que los estudiantiles sufrieron más, ya que no contó con la cuota de gol de temporadas anteriores, aunque a su vez, fue el puesto en el que le dio más chances a sus juveniles.

- Banca: Pedro Paulo Requena y Lee Andonaire fueron habituales piezas de recambio para la zona defensiva, pues ambos fungieron tanto de lateral como de zaguero por los sectores derecho e izquierdo, respectivamente. En tanto, a Jaime Linares lo consideraron muchas veces para que se ubique en la contención junto a Juan Nakaya. También recibieron su oportunidad Juan Iriarte y Juan Morales, aunque no trascendieron en demasía. Este último alternó como volante de marca y no desentonó. Por último, el juvenil Christian Carranza fue el constante relevo en ataque, pero no fue la solución de gol que, en muchas ocasiones, requirieron los poetas. Los refuerzos que llegaron para la segunda rueda, como Daniel Sánchez y Gerardo Gárate, gozaron de minutos.

 
dechalaca.com

0 comentarios: