En casa lo esperaban, felices, su hijo Paulo y el que aún está por venir, Ángel, todavía en la barriga de su esposa Luisa, también sonriente. La alegría de la familia de Saulo Aponte en Trujillo había comenzado el domingo cuando en el último minuto del partido ante la ‘U’, gritaron el gol agónico del delantero poeta.
Ayer las emociones se prolongaron para Aponte luego de convertirse en pieza decisiva para que Vallejo siga soñando con salvarse.
“Me tocó entrar y pude anotar el gol del empate, un gol de baja, jugando con todo, que nos da un respirador más para el domingo salir ante Aurich a ganar. Y depende solo de nosotros para que el equipo se quede en Primera”, dijo.
Tras el partido, Saulo lo celebró entre lágrimas con sus compañeros. Y ayer lo hizo con su familia por su apoyo fiel cuando estuvo lesionado durante un año.
“Mi familia ha estado conmigo en el momento más difícil de mi carrera. Tengo fotos con mi hijo cuando estoy haciendo recuperación y él me quería ayudar… Son momentos lindos que a uno lo ayudan a superarse”, valoró.
Aponte pidió a la afición trujillana que aliente al equipo. “Ante la ‘U’ ha sido el momento más emotivo del año de Vallejo hasta ahora, pero el domingo lo será aún más. Le pido a la gente que vaya a apoyar el domingo, que vaya a alentar, que no piense que es Vallejo o Mannucci, que solo piensen que es por Trujillo y nada más. Vamos a jugarlo como una final y así va a ser”, prometió.
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