Marina de Ferreyra: “Yo le pateaba penales en el parque”
“A mi esposo lo conozco desde que tenía 15 años. Estudiamos juntos y ahí nos enamoramos. Desde joven, quiso ser arquero y lo logró. Íbamos a un parque y yo le pateaba los penales. Un día me puse a atajar y me dio con la pelota en la cara. Nunca más practicamos, ja, ja, ja…
Antes de que Daniel salga a la cancha le doy un beso y él le da otro a mis hijitos (Catalina y Joaquín). Eso le trae mucha suerte. Es muy hogareño. Durante la semana observamos partidos y analizamos a los delanteros rivales. Nos gusta el fútbol internacional, vemos cómo Messi es veloz, hace un enganche y patea al ángulo…
Cuando gana es todo un poeta, me recita lindos poemas. En su día libre hace parrilladas a la argentina y no deja que me acerque a la cocina. Cuando llega cansado de entrenar, lo siento en el sofá, lo acuesto hacia atrás y le hago sus masajes en los hombros hasta que se queda dormido…
Una vez, unas chicas de un colegio aprovecharon para tomarse fotos con Daniel. Le tocaban el pecho, los brazos, el pompis… Se lo querían comer. Yo solo las miré y ellas se tranquilizaron, ja, ja, ja. Ese es mi esposito”.
Julieta de Velásquez: “A las ‘poetas’ nos gustaría un partidito con otras rivales”
“Antes de que Claudio salga a la cancha, se pone nervioso, como si fuera su primera vez. Yo lo tranquilizo, le digo que salga a hacer lo mejor, que lo apoyo. Y de ahí, cuando hace un gol, me lo dedica con un beso. Es lindo. Como Vallejo viene haciendo bien las cosas, llega contento a casa y lo engrío sobando sus pies, le hago una comida argentina y le doy su regalito personal, que solo él y yo sabemos, ja, ja, ja…
No solo los futbolistas del Vallejo juegan, también las esposas. Acá hay buen material humano. Nos gustaría jugar un partido entre ‘Las poetas’ y otras rivales. La haríamos linda, yo lanzo el reto y que Trome cubra el encuentro. Yo soy ‘La Karioka’, sacó pecho por ese apelativo y celebro como él…
Después de una derrota llega molesto a casa, es muy renegón, no le dirijo ni una sola palabra. Al día siguiente, cuando ya le va pasando, recién conversamos y le digo por qué falló un gol o se equivocó en una jugada. A pesar de todo, es muy tierno”.
Rocío de Sotil: “Tiro mi pelota, soy la “Cholita”
“Durante la semana, Johan es superalegre, le encanta jugar con sus hijos (Mauro y Julián). Hay días en que me siento con él frente al televisor y vemos fútbol nacional. Le digo cómo juega tal jugador, cómo lo puede pasar y hacer goles. Digamos que soy su directora técnica personal, ja, ja, ja…
Cuando falla goles, conversamos en el hogar. Le doy ánimo. Le digo que confíe, que tiene calidad y, a la próxima, le va a salir. A veces, voy al estadio, y en la tribuna hay hinchas que lo gritan o insultan cuando las cosas no salen. Yo me contengo hasta que ya no aguanto, les grito y suelto un ‘ajo’. Así defiendo a mi esposo…
Yo tiro mi pelota, aprendí viendo a Johan, hago mis ‘chalaquitas’. Si Julieta es ‘La Karioka’, yo soy ‘La Cholita’, ja, ja, ja. Su secreto para jugar bien es su plato favorito. Antes de los partidos le preparo sopa con verduras y pollo o su aguadito con repetición”.
Dorita de Jiménez: “Somos criticonas, técnicas, hinchas y celebramos con ellos”
“Veo fútbol con Roberto. Analizamos y discutimos sanamente las jugadas. Lo quiero mucho y deseo que haga lo mejor en el campo. Si ellos (esposos) andan bien con Vallejo, nosotras también lo estamos, ja, ja, ja…
Con el grupo de chicas, esposas y novias de los futbolistas, vivimos nuestro partido desde la tribuna. Somos criticonas, técnicas, hinchas, gritamos y celebramos con ellos. Somos la parte invisible del equipo y nos agradecen por el apoyo…
Antes, ‘Malingas’ me dedicaba todos los goles desde que empezó a jugar. Luego también cuando estuve embarazada. Ahora ya los festejos son para mi hijito Valentino. Digamos que me destronó de las celebraciones, ja, ja, ja, pero estoy muy contenta porque el equipo está para grandes cosas y él va rumbo a cumplir sus objetivo”.
Trome
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