El capo: Hierba buena
Víctor Cedrón asumió sin complejos los hilos ofensivos de su equipo. Fue quien más encaró y, por ende, halló el premio a su insistencia. Ya sea aprovechando la duda del paraguayo Villasanti o aprovechando el desentendimiento de Guerra y Chuquisengo. Además, su mérito mayor es que, si bien ‘Malingas’ Jiménez y ‘Carioca’ Velázquez daban trabajo al rival cuando tenían la pelota, crearon realmente poco peligro en el área ayacuchana. Y ese conflicto fue resuelto precisamente por Cedrón.
La clave: Medio lleno
El ‘Chino’ Rivera tuvo una lectura adecuada del partido; sorprendió de cierta forma la ausencia de hombres como Johan Sotil y Alexander Sánchez; sin embargo, con el transcurrir de los minutos se pudo ver que era lo que realmente quería el DT de Vallejo: copar el medio campo hasta con cinco volantes que mantuvieran el control del juego en esa zona. Esa disposición no la pudo resolver Ospina y su equipo fue maniatado al punto de no contar con espacios para crear real peligro sobre el arco de Ferreyra.
La calamidad: De un manotazo
El primer gol de Vallejo, marcador por Víctor Cedrón a los 54’, encontró complicidad con el paraguayo Mario Villasanti. El arquero paraguayo -según el relato radial- se anticipó a lo que creía que haría el volante trujillano. Pero la “avivada” le salió cara pues cuando quiso reaccionar ante el remate de su oponente, pero terminó por manotearla, asegurando de esta manera que el balón vaya a descansar indefectiblemente al fondo del arco ayacuchano. Lamentablemente, ese error opacó su buena actuación del primer tiempo en el que fue elogiado por la prensa local gracias a su buena ubicación.
La cancha: Asisten, pero no confían
El Ciudad de Cumaná fue testigo del partido luciendo sus tribunas con bastantes claros, especialmente en el inicio del cotejo. De a pocos, la asistencia fue mejorando y llegaron a una cifra aproximada de 4 mil espectadores. No obstante, la sensación de confianza ya no es la misma de otros años. Hoy, en la mayoría del aficionado ayacuchano existe cierto escepticismo, al contrario de lo que ocurría en temporadas anteriores en que la confianza en su representante era absoluta cuando jugaba en casa. Empero, hoy, parece que los tiempos han cambiado.
El duelo: A distancia
No se cruzaron en el campo, pero durante la primera parte, tanto Mario Villasanti como Daniel Ferreyra fueron el más alto valor de sus respectivos equipos. Ambos dieron confianza en el fondo y respondían a las exigencias de los atacantes rivales. Lógicamente, aún no habían llegado los dos goles de Cedrón que terminó siendo el más destacado del encuentro. Sin embargo, tanto el paraguayo como el argentino, apelaron a su experiencia para mantener el cero en su valla. Lamentablemente para Villasanti, su error costó el primer tanto vallejiano y su actuación del periodo inicial pasó a un segundo plano.
La frase: Con dudas al respecto
No solo el aficionado ha perdido la confianza en Inti Gas. También lo ha hecho la propia prensa ayacuchana que, pese al poco tramo transcurrido aún en el Descentralizado ya existen voces que cuestionan si realmente el ‘Baloncito Marrón’ será protagonista como en otros años. Al final del duelo, todos coincidieron en que al equipo de Ospina “la falta más trabajo producto de una corta pretemporada”.
La frecuencia: Nublados
La molestia era evidente en Ayacucho por la discreta presentación de Inti Gas. Así lo denotaban los colegas encargados de la transmisión del partido a través de Radio Estación Wari. Ello conllevó a que llegado el segundo tanto, no se diera a conocer al autor de la segunda conquista, tampoco algunas de las variantes practicadas por Rivera y Ospina, lo cual generó incertidumbre para los que seguían la transmisión por esa vía.
Kazuki Ito: No fue malo, tampoco dio un seminario
Salvo algunos inconvenientes durante la primera parte, Luis Seminario tuvo un trabajo aceptable; muy a pesar que él y su cuarteta se retiraron entre pifias del aficionado ayacuchano al final de la primera fracción, porque estos lo sindicaban como el responsable de la discreta presentación de Inti Gas. Sin embargo, en el complemento, las deficiencias del ‘Baloncito Marrón’ fueron más evidentes y le quitaron las miradas a la actuación arbitral, la cual pasó casi desapercibida y sin mayor complicación.
dechalaca.com
0 comentarios:
Publicar un comentario